Argento
de Ricardo Yattah
Un gentilicio se va abriendo en la maraña
De las horas sombrías
Vale
Así no más
Con el asta de una daga
Rompe el espacio
Sobre la tierra calda
Nueva señal de voces y susurros
Sobre la herida abierta
Que no cierra
La sangre derrama
Y hurga en las grietas
Y no en vano
Ha tiempo ha despertado
Un trapecio maltrecho
En fragua de ignominia
Honra su estirpe
De lanzas y morriones
Aquí está
Vale
La palabra es
La tabla redentora
E inunda el cauce
De un pueblo
Enardecido
Son las horas que
A veces se repiten