campanas mudas… badajos insensibles
de Ricardo yattah
un templo antiguo con su pórtico en clausura
encuentra mi palabra en estallido
es noche . . . la hora del exilio
y la vigilia alumbra mi semblante
mirada perdida . . . la mía
como ceniza que espera la ventisca
habla el silencio
ríe mi cuerpo
sumido en dolores
que sólo los dioses e
xplican vagamente
mi pelo arrebatado en rebeldía
la sed se niega buscar un vaso de agua
y estas manos temblorosas porque quieren
y que olvidan mis fueros de profeta
voy perdiendo señorío y dignidades
y siento naderías y disneas
es la fatiga de las horas fracasadas
en el umbral de las batallas delirantes
¿hay maneras de romper estos misterios
propios de credos que habitan mis absurdos?
las palabras que descienden de la gracia
no me alcanzan . . . dan hambruna
llegan tarde . . .
tal vez mañana . . . si llegara a ser mañana
vendrá el consuelo de la misericordia
condenando el pecado de mis sueños . . .
San Andrés, enero 2009