de Ricardo Yattah

no quiero un país 

tan sólo una ciudad 

y en ella fulgurando 

el barrio natal 

y no quiero la plaza

tan sólo las veredas

de calles transversas

y a veces en silencio

no quiero avenidas

sólo esas calles mustias

donde el recuerdo

de las tristezas vanas 

se hizo palabra y carne

se hizo de barro y cielo 

quiero volver a una esquina

y pararme en la vereda 

y mirar con el asombro

de aquellos días de antaño 

quiero entrar a una casa

la casa de esa esquina

y encontrar en su patio

el piso cansino 

y la pared – memoria 

o alguna voz ahogada 

desde allí . . . desde el fondo

donde habitan algunos

de nuestros duendes sabios . . . 

y no quiero salir

sin antes escuchar

las palabras de algún 

veterano en directo

porque esa es mi casa

y la casa de todos 

un cálido rincón

el de los santos laicos . . .